El Maestro Coronavirus.-

Mi experiencia con el maestro Coronavirus, asi decidí llamarlo después de atravesar por la montaña rusa que implicó haber sido contagiada y padecer esta enfermedad desde mi trinchera y con un compañero de síntomas... mi novio! 

El proceso es sin duda al día, cada despertar trae consigo un malestar nuevo o diferente al día anterior. Los primeros 5 días son cruciales y los más difíciles, porque hay muchos síntomas que no pueden controlarse o atacarse con medicamentos, como por ejemplo la pérdida del gusto y el olfato. Los síntomas además no son solo físicos, sino emocionales (de esto no hablan ni te advierten) en algún punto; porque causa cierto grado de ansiedad y molestia el no poder controlar ni entender la mayoría de las cosas que estás sintiendo y que tu cuerpo está batallando.

A medida que van avanzando los días tienes encima la presión de protegerte y de no terminar en un Hospital, esa es la principal preocupación y poco a poco fuimos creando el hábito de respirar profundo unas tres veces y evaluar qué sentíamos o cómo reaccionabamos, quizá algo de tos pero no fue nada que generara alarmas, luego del cuarto día el dolor en mis caderas y piernas era insoportable, no había posición que me diera alivio; probé sentada, de lado, acostada boca arriba y boca abajo sin mejoría, entonces busqué la manera de relajarme y desviar la atención en el dolor, y enfocarme en leer y en tomar notas del proceso, a mi novio comenzó a subirle la temperatura al punto que no quería moverse y pedía todas las cobijas que teniamos cerca. La prueba me la hice al tercer día de sentir mucha molestia y haber perdido el olfato, aún tenía algo del gusto pero comenzaron los dolores de cabeza para mi, de forma intermitente! podían durarme segundos como punzadas o por media hora. Era obvio que algo pasaba, que ya no estábamos seguros e incluso antes de recibir los resultados ya dábamos por hecho que habíamos sido contagiados, por lo que informamos a nuestro núcleo de personas más cercanas.

Para el dia 7 yo no toleraba la luz, ni el brillo de los aparatos electrónicos por lo tanto el televisor me mantuvo ocupada pero con el brillo de la pantalla al mínimo y el volumen super bajo. Llegamos a dormir 12 horas seguidas y siestas de 2 horas durante el día, la energía fluctuaba por eso cuando la teníamos, yo limpiaba un poco, cambiaba sábanas, mientras él trabajaba y por supuesto darnos una buena ducha, yo agregaba aceites esenciales así no pudiéramos olerlos (esta parte me puso muy emocional) quiero dejar claro que nunca pero nunca había apreciado tanto mis sentidos como hasta ahora, era desesperante no poder oler y no sentir los sabores de los alimentos, el apetito se te va, no quieres comer y es por eso que con lo único que nos alimentamos eran sopas calientes y con muchas verduras y vegetales, además de fruta y bastante líquido. Durante dos semanas no probé ni tome absolutamete nada de café y esto... créanme, es bastante que decir porque si algo amo es el café, este era el mayor indicador de lo mal que se sentía no poder olerlo recién colado y no saborearlo, me hizo rechazar la idea de beberlo.

Este sube y baja de emociones, hacían que fuera una lucha interna totalmente por ganarle a todo lo extraño que estaba sucediendo, convertimos en hábito el exponernos directamente al sol entre 15-20 minutos diariamente porque la vitamina D es fundamental, para atacar el virus y proveer al cuerpo un arma de defensa maravillosa además de gratuita y natural. Estar aislados durante 19 días nos enseñó además; la tolerancia, nos mostró lo fuertes que podemos ser y que somos un equipo para todo, dejamos de entrenar pues no teníamos energía para ningún ejercicio físico y nuestra recuperación no dependería de ningún medicamento químico, sería estrictamente a través de alimentación y remedios caseros.

Debo decir que somos afortunados de tener personas y familiares maravillosos que no solo estuvieron pendientes diariamente de nuestro progreso, sino que además nos trajeron a casa alimentos o comida ya preparada, y así no tuvimos la necesidad de exponernos o salir durante nuestro reposo, ambos quisimos mantener el diagnóstico reservado para pocos, evitando preocupar a nuestros afectos y solo mantener al tanto a nuestros familiares en caso de que se complicara nuestro estado, afortunadamente eso no sucedió y estamos felices de que así fuera.

El reto luego de esto ha sido otro tema, porque existe la duda de si es posible contagiarse de nuevo, que tanta resistencia creamos y que tan cierto es que ahora incluso en nuestra plasma en sangre se creó una especie de antibiótico que puede ayudar a sanar a otras personas, también el hecho de lidiar con tanta información irresponsable y falsa al respecto, que crea en las personas el temor de acercarse a quienes tuvimos el virus, yo en lo particular la primera semana luego de recibir el resultado negativo me sentí como si todo lo que tocaba lo contaminaba, que yo me había convertido en el virus caminando, pero no! no es asi, entonces se originó un nuevo fenómeno, golpear la desinformación y seguir investigando al respecto, porque además, la información es tan cambiante como los síntomas; y que todo eventualmente vuelve a la normalidad y de que no es una condición de salud permanente.

Después de esta nueva experiencia podemos decir con responsabilidad que de algo si estamos completamente seguros, la respuesta de tu organismo es directamente proporcional a tus hábitos, cómo te alimentas, cómo te cuidas, si te ejercitas o no, si tienes alguna condición de salud pre-existente de cuidado, es una pelea entre lo que eres y el virus. 

Lo que escribo aquí no es un Estudio, no son Teorías, no es una Ley, es solo mi relato de lo que vivimos al recibir el resultado positivo y luego de ser negativos, como la humanidad está envenenándose progresivamente y por supuesto dejar por escrito que formamos parte con hechos de las estadísticas del año 2020, el año más sorpresivo y desconcertante de la historia.

                                                    Nosotros podemos decir con emoción y orgullo, que... Sobrevivimos!

                                                                                                                                                      Eli 💜





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